Cinco deseos para un nuevo amanecer
Los Sueños Se Cumplen Una vez conocí a una persona muy bonita, ella me contó que cada noche al cerrar sus ojos para dormir alumbraba su ser de felicidad, no importaba cómo le hubiera andado su día, imaginariamente se trasladaba a una isla, su isla, con abundante vegetación por ende el aire puro brindaba una magnífica oxigenación a su cuerpo. Aves, Animales, agua, peces extraordinarios. Música, su preferida, danzaba en sus oídos como las hojas al bailar con la brisa otoñal, la fragancia de su predilección armonizaba su cerebro, su momento de placer, entonces en su rostro percibía una transformación paulatina muy agradable. Ella, lentamente, sentía esa sensación de felicidad aflorando desde su interior hacia su cuerpo, su rostro, sus manos, agregaba que en el centro mismo de su pecho eclipsaba la incandescencia del mismo arcoiris sobrepasando toda expectativa de escepticismo que pudiera entintar el momento. Cuando lleg